María Elena Papuico Navarro

​​Esta pieza nace del acto repetitivo de tomar café y comer aceitunas hasta las náuseas como ritual conmemorativo al aniversario de la muerte de mi abuela con quien en el desayuno solíamos consumir estos alimentos mientras conversábamos. Ante la ausencia del interlocutor sólo queda el acto compulsivo de comer. Entonces esa acción que en su momento fue placentera y que realizada con mesura podría ser una buena forma de recordar se transforma en un acto contraproducente que daña. Tanto en los dibujos como en las servilletas cada personaje es representado por un elemento/alimento, estos se acompañan sin llegar a fusionarse hasta el extremo de cada secuencia.